Hace años que la web 2.0 llegó a nuestras vidas. Algunos la descubrieron antes, otros después. En mi caso, más bien después. ¡Pero ha llegado! Primero la blogosfera me cautivó. Un espacio donde poder escribir libremente y compartirlo con cualquier persona del mundo, me pareció fascinante. Y aún me lo parece. Si hace algún tiempo se debatía si la blogosfera había muerto, yo soy rotunda en afirmar que no, al contrario, que está más viva que nunca. Hoy en día la interacción con el receptor es total. Antes sólo leías, observabas, buscabas. Hoy, RESPONDES. Esta posibilidad nos da libertad de expresión. Y me parece fantástico.
Tras Blogger, seguí con Tuenti, el cual me acompaña desde hace ya varios años, pero que poco a poco lo va desbancando Facebook, por las mayores y mejores posibilidades que tiene y porque se dirige a un público mucho más amplio.
Las últimas en llegar a mi vida, Twitter y LinkedIN, por recomendación de una profesora. Y me alegro. Hay que estar. Hay que manejar las herramientas que las redes sociales ponen a nuestro alcance. Si bien aún estoy entrando en el mundo de estas últimas redes, las recomiendo.
La reflexión que quiero hacer en este post es la cantidad de gente que veo que aún no participa de este enredo social en el que nos encontramos. Yo, que he estudiado comunicación, lo veo muy necesario para todos aquellos que nos dedicamos o nos queremos dedicar a comunicar. No me vale que hoy trabajes de administrativo y sigas intentando buscar un trabajo más de "lo tuyo" mientras las redes sociales pasan de largo en tu vida. Repito, hay que estar. Hay que saber manejar. Sino, el día que te llegue la oportunidad de reincorporarte al mundo de la comunicación corporativa (o de cualquier tipo) perderás el tren. No podemos estar estancados en lo que aprendimos en la facultad. Allí yo descubrí blogs y podcast. Pero las redes sociales ni existían (sí, pero no estaban implantadas como hoy en día). Han pasado tres años desde entonces y la web 2.0 ha avanzado a un ritmo escalofriante.
Soy consciente de que sólo he mencionado una mínima, mínima parte de las oportunidades de la red actual. Estoy en camino de aprender más. ¡Ánimo!
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