A 30 días del despegue

Hace quince años llegó a nuestras vidas un pequeño retoño llamado Elena. De madre cordobesa y padre cubano. Buena mezcla corre por su sangre.

El caso que aquí nos ocupa es que, como digo, ya han pasado quince años. Y como tradición latinoamericana este año será su puesta de largo. El día 14 de julio, en Cuba. Y, como no podía ser de otra manera, familiares y amigos nos hemos subido al carro de esta celebración. Sí, volaremos todos a Cuba, 25, como una piña. Para disfrutar ese momento con ella y también para pasar unos días en el Caribe (todo hay que decirlo) pero juntos, como permanece esta familia.



Varadero, Cuba.



Hoy me he puesto tontorrona con esto de que faltan sólo 30 días. El corazón, desde hoy, late más deprisa. Y me acuerdo de quien no nos acompaña, el Tete. Y de algunas otras personas que me hubiese encantado que vinieran pero por ciertos motivos no ha podido ser.

Me emociona vivir esta experiencia con mis primas (para mí, mis hermanas), mi tita Pili (mi pepito grillo), mi abuela Rosa (a la que quiero con locura) y Dani (mi otra mitad).

Y me alegra especialmente que otros familiares y amigos se hayan unido a nosotros en esta celebración por el simple hecho de pasar unos días juntos.

Llevamos muchos meses preparando este gran evento, son muchas comeduras de tarro las que se han llevado la familia Felipe Pineda (los de aquí y los de allá). Así que hoy, a sólo 30 días, sólo quiero decirles GRACIAS por todo vuestro esfuerzo en que este viaje salga adelante. Hoy me definen tres palabras: emoción, ilusión y nerviosismo! Y esto es gracias a vosotros.

Y la fiesta, aún, no ha empezado.