El pasado sábado tuve el placer de visitar el Museo del Automóvil de Málaga. El área de juventud del ayuntamiento malagueño ofrecía esta actividad gratuita para jóvenes en un horario nocturno. Chapó por ellos.
Sin saber muy bien qué me iba a encontrar, resultó ser una visita de lo más interesante.
Situado en el antiguo edifico de la tabacalera malagueña, este museo acoge una de las colecciones más importantes de Europa. Unos 85 modelos de coches restaurados y organizados en espacios temáticos. Puedes disfrutar desde los primeros coches (que simulaban a los antiguos coches de caballos pero sin caballos) hasta un coche de hidrógeno capaz de recorres 600 kilómetros sólo con agua.
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Puesta en funcionamiento de un coche. |
Como digo, la visita fue muy grata para mí. También incidió especialmente que la visita era guiada: nos contaron la historia de cada vehículo, nos los enseñaron por dentro (tapicerías, asientos abatibles, manivelas, elevalunas…), vimos los motores de algunos de ellos y, lo más, especial, arrancaron uno de los vehículos. Fue magnífico ver moverse a una de esas reliquias.
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