Hace unos días he terminado un curso denominado "Diseño de pruebas de evaluación del aprendizaje y Evaluación de las acciones formativas". Tras un título rocambolesco me he encontrado con un curso muy satisfactorio. Lo que más me ha gustado ha sido poder elaborar pruebas de diferente tipo con las que se puede evaluar al alumnado. Lejos queda ya ese examen final de curso en el que te lo jugabas todo, una ruleta rusa. Ahora he aprendido que se evalúa desde antes de que comience el curso e, incluso, una vez acabo éste.
Las herramientas son muy variadas y de ellas me valdré en mis próximos cursos o como futura docente (si algún día llegara la ocasión). Me ha servido también como reflexión de que la mayoría de pruevas evaluativas que he hecho como alumna a lo largo de mi vida están mal confeccionadas. Aquellas en las que citaba el enunciado "Marque la respuesta correcta" y después entre las opciones figuraba "todas las anteriores son correctas" o "ninguna de las anteriores es correcta" es una prueba mal planteada. Me alegro de haberlo aprendido.
Y, por último, me quedo con una frase que debe impregnarnos a todos los que somos formadores o queremos llegar a serlo:
Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, INVOLÚCRAME y lo APRENDO.
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